27 nov 2011

Tarea de cole: La serpiente de oro - Ciro Alegría

27 nov 2011

4 floritos
La serpiente de oro fue el primer libro de Ciro Alegría y, aunque el estilo del autor suele encuadrarse en el indigenismo y en la novela social, esta obra nos puede hacer dudar un poco de los manuales escolares.

Coca, mujeres, fiestas y borracheras  ocupan buena parte de sus páginas. Los protagonistas escapan de la policía, cruzan el río, disparan armas, pero se dan tiempo para conquistar a la chica y ser parte de esas parejas que "se toman ebrias de alcohol y de ansias, plenos de fuego con el que encandilan carne y alma las tórridas noches" (p. 94). Así, todo sucede en un ambiente un poco de informalidad, como la labor de uno de los personajes, el cura, que celebra misa con cañazo porque el vino se lo tomó (y termina disparando a algunos de sus fieles).

Para nosotros, habitantes de ciudades, acostumbrados a estar encerrados en el cemento y la polución, leer este libros nos ayuda a liberarnos y apreciar la magnificencia de la selva, escuchar sus mil sonidos, respirar el aire puro y sentir los árboles y los montes que se rinden ante el Marañón. Como Oswaldo (el único personaje citadino) somos extranjeros en un lugar distinto y vamos acostumbrándonos, Oswaldo paso a paso, nosotros página a página, a las costumbres, paisajes y ambientes de la región, subiendo los cerros, cruzando los ríos. Esta idea de la transculturación por el paso del tiempo, casi sin sentirlo, es un poco al estilo de La montaña mágica.

Sobre la trama, como que la historia no queda muy clara, se nos presentan un poco en tropel una sucesión de estampas o hechos que dan color a una región y nos hacen entenderla mejor. No en vano el texto era originalmente un cuento y el autor le aumentó paginas para entrar a un concurso. Una obra muy relax, muy tranqui, Como Viejas historias de Castilla La Vieja de Miguel Delibes sin la presencia de la sublevante injusticia presente en sus novelas posteriores. Por eso, finalmente, la idea que transmite es de optimismo, de vivir la vida: "La vida es buena. Comamos, bebamos, bailemos y amemos simple y rudamente. Es la vida esplendorosamente buena" (p. 162).

Otro ejemplo: "¡Qué euforia la de su cuerpo elástico entre las limpias sábanas, allá frente al mar, en una casita linda! (...) Ethel tiene los senos redondos y el talle flexible. Se dará a él en una entrega rendida y plena, civilizadamente, no como a esas cholas, que hay que domar como a fieras" (p. 149). Alguien debería hacer un estudio o algo así sobre la sexualidad en Ciro Alegría porque en otras de sus novelas, como Los perros hambrientos o El mundo es ancho y ajeno, a pesar de las múltiples desgracias, siempre salen chicas bien despachadas.

Y aunque dicen que esta novela fue el origen de la enemistad de su autor con su amigo Luis Alberto Sánchez, es un libro que, no sé si valdrá la pérdida de un amigo, pero sí que vale la pena leer.
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15 nov 2011

Viajar libros (2): la ruta de Arguedas

15 nov 2011

6 floritos

Mientras Apurímac sigue presa de problemas que arrastramos hace tiempo, ocasionados esta vez por la insistencia en un proyecto minero repudiado por la población, quizás cometo una imperdonable ingenuidad en escribir las líneas que siguen. Sin embargo, para querer un país (y sobretodo para entenderlo) no basta con estar al tanto de los partidos de la selección en las Eliminatorias (que solemos perder), quizás sea necesario conocerlo primero. Leyendo sus libros es una forma de hacerlo.

Pero existe también la otra forma. Y como les comentaba en la primera parte de este viaje, sin mayores ganas de regresar a la ciudad, me encontraba en la Plaza de Armas del Cuzco pensando aún en el turismo libresco y en Arguedas. Y es justamente en Cuzco donde empieza una de sus libros más conocidos: Los ríos profundos (click aquí para descargar). Ernesto, el protagonista de la historia, relata como entró al Cuzco de noche. De la noche cuzqueña en realidad rememoro otras cosas, pero como Ernesto me quedo sorprendido de esta mágica ciudad. Más adelante (pág. 4-5) visitamos la Plaza y la Catedral. Me siento un rato en las gradas que dan paso a la majestuosa Iglesia. En la novela, el protagonista visita también Amarucancha, el palacio de Huayna Cápac, el Acllahuasi y el palacio de Inca Roca. Ya los visitaré más tarde.

Para el capítulo III, Ernesto parte desde Cuzco rumbo a Abancay, como Riva Agüero en Paisajes peruanos. El pasaje me sale 25 soles. La carretera es buena, pero el camino tiene innumerables curvas que pueden marear a alguien no muy acostumbrado a estos menesteres. El viaje son cinco horas de memorables paisajes, de picos nevados, de montañas y árboles, del río Apurímac, de hacer escala en Curahuasi, capital mundial del anís. Finalmente, desde las alturas, se ve, allá abajo, en un valle, la ciudad de Abancay.

"Es un pueblo cautivo, levantado en la tierra ajena de una hacienda" (p. 21). De lo que veo, parece que ya se ha modernizado bastante desde entonces. Hay mucho comercio y el clima es agradable, por lo menos en esta época.

Y, como ahora, en la novela también la población se rebela contra lo que considera injusto. Y como ahora, hay violencia. "Cuando desembocamos a la plaza, una gran multitud de mujeres vociferaba, extendiéndose desde el atrio de la iglesia hasta más allá del centro de la plaza. (...) Gritaban todas en quechua (...) La violencia de las mujeres me exaltaba. Sentía deseos de pelear, de avanzar contra alguien. Las mujeres que ocupaban el atrio y la vereda ancha que corría frente al templo, cargaban en la mano izquierda un voluminoso atado de piedras. (p. 63). Yo también voy a la Plaza, contemplo la Catedral, tomo algunas fotos. Recuerdo que es en esta Iglesia donde, muchas páginas después, se celebra una misa para combatir a la peste que asola la ciudad, al final de la novela.

Pero hay un lugar que no puedo irme sin visitar: el puente sobre el río Pachachaca. Y no soy el único al que le encanta el lugar, Ernesto "Bajaba por el camino de los cañaverales, buscando el gran río. Cuanto más descendía, el camino era más polvoriento y ardoroso; los pisonayes formaban casi bosques; los molles se hacían altos y corpulentos. (…) A veces, podía llegar al río, tras varias horas de andar". (pág. 42).

Y es que no es un lugar muy turístico. De hecho, llegar es un poco difícil. No hay rutas directas y, desde que se contruyó el nuevo puente, los carros circulan por ahí,  y el puente viejo lo usan solo los que no tienen brevete (para evitar a la policía). Hay combis que te dejan en la carretera, donde un cartel indica el desvío al puente antiguo, pero de ahí hay que caminar un buen trecho. "El río, el Pachachaca temido, aparece en un recodo liso, por la base de un precipicio donde no crecen sino enredaderas de flor azul (...) Hacia el este, el río baja en corriente tranquila, lenta y temblorosa; las grandes ramas de chachacomo que rozan la superficie de sus aguas se arrastran y vuelven violentamente, al desprenderse de la corriente. Parece un rio de acero líquido, azul y sonriente, a pesar de su solemnidad y de su hondura. Un viento casi frío cubre la cima del puente".


Llego al puente. Es viejo, pero se ve fuerte. "El puente del Pachachaca fue construido por los españoles. Tiene dos ojos altos, sostenidos por bases de cal y canto, tan poderosos como el río. Los contrafuertes que canalizan ias aguas están prendidos en las rocas, y obligan al río a marchar bullendo, doblándose en corrientes forzadas. Sobre las columnas de los arcos, el río choca y se parte; se eleva el agua lamiendo el muro, pretendiendo escalarlo, y se lanza luego en los ojos del puente" (p. 43).

"Yo no sabia sí amaba más al puente o al rio. Pero ambos despejaban mi alma, la inundaban de fortaleza y de heroicos sueños se borraban de mi mente todas las imágenes plañideras, las dudas y los malos recuerdos (...)  Debía ser como el gran río: cruzar la tierra, cortar las rocas; pasar, indetenible y tranquilo, entre los bosques y montañas; y entrar al mar, acompañado por un gran pueblo de aves que cantarían desde la altura (…) ¡Sí! Había que ser como ese río imperturbable y cristalino, como sus aguas vencedoras. ¡Como tú, río Pachachaca! ¡Hermoso caballo de crin brillante, indetenible y permanente, que marcha por el más profundo camino terrestre!" El lugar es hermoso. Estoy solo. Abajo, se escucha el río y el sol brilla con fuerza. Pocas veces me he sentido tan tranquilo y tan feliz.





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7 nov 2011

Especial de Haruki Murakami (parte 2)

7 nov 2011

9 floritos
Hace unas semanas comentábamos sobre este autor en la primera parte de este especial de colección. Ahora, este post se podría resumir con uno extraído de devolución y préstamo. Ahí, Leox resumía de forma efectiva los tópicos comunes de las obras de Murakami : mujeres que desaparecen, chicos solitarios y gatos.

Es cierto que las novelas del japonés tienen siempre los mismos elementos, lo que para algunos, podría ser algo repetitivo. Y de alguna manera es cierto, porque se repite lo placentero de su lectura. Ya lo dijo Rodrigo Fresán, advirtiéndonos que “Murakami —al igual que los Beatles— produce adicción, provoca numerosos efectos secundarios y su modo de narrar tiene algo de hipnótico y opiáceo”. Así el japonés sería un escritor de esos que se envuelven en su interior y regresan siempre a los mismos temas, un escritor erizo, usando la terminología de Rosa Montero en La loca de la casa.

Este post también se podría resumir de esta forma:
Bueno, ya mucho resumen, vayamos al tema:
Mujeres que desaparecen: La chica de la orejas en La caza del carnero salvaje, la esposa de Toru en Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Eri, la hermana de Mari, en After Dark, Sumire en Sputnik, mi amor; Shimamoto en Al sur de la frontera, al oeste del sol. En muchas de sus novelas, las mujeres simplemente desaparecen, nadie sabe donde están, nadie las ve. O se van a otros lugares o casi a realidades alternas (¿De dónde escribía May Kasahara sus cartas? ¿A dónde iba la sra. Saeki en Kafka en la orilla?)

Dicotomía: mujeres desinhibidas/tímidas: Pareciera que existieran dos versiones de la mujer para Murakami: la tímida-depresiva y la desinhibida-alegre. Naoko/Midori en Tokio Blues, Kumiko/May Kasahara en Crónica…, las hermanas Eri/Mari en After Dark. O Sakura /Sra. Saeki en Kafka… La primera toma la iniciativa de conversar con Kafka Tamura en el tren, la segunda, no; al contrario, Kafka es el que se acerca a conversar con ella En otros libros como Sputnik… o Al sur de la frontera…, es un poco más difícil determinar esto. Pasa algo parecido en las novelas de Stendhal, en los que una mujer joven y una mayor (Matilde de la Mole/ Madame de Renault en Rojo y negro o Clelia/ la duquesa en La Cartuja de Parma) suelen ser parte importante de la trama y la vida del protagonista masculino. No sería extraña una influencia por ahí, creo que a Murakami le gustaba bastante este autor.

Gatos: Como es fanático de estos felinos, el japonés los pone por todas partes. Como catalizador de la trama en Crónica…, como personajes en La caza… o Kafka… o simples extras en After Dark y Tokio Blues. Y en general diversos animales aparecen en sus libros: un perro que habla, un carnero, un pájaro de extraño canto, el “amigo ratón”, el “joven llamado cuervo”. Me pregunto si estos animales tendrán algún significado en la tradición japonesa.

Situación límite: Creo que esto tiene un nombre en griego, pero no me acuerdo. La cosa es que hay un momento, en la vida de un personaje que lo condiciona para siempre y que, quizás, puede ser la clave para entender su historia: Ejemplos: Lo que le pasó a Myu cuando sube a la rueda de Chicago en Sputnik…, lo que le pasa a Reiko cuando dictaba clases de piano en Tokio Blues, el accidente que de pequeño sufre Nakata en Kafka…, lo que Cinnamon ve en su jardín (y hace que pierda el habla) en Crónica…, cuando a uno de los personajes se le mete el carnero en La caza…. , el rayo que le cae a Koichi Tamura en Kafka… Suelen ser hechos tan impactantes como inexplicables.

Técnica del collage: Si bien en la mayoría de obras de Murakami suceden hechos fantásticos, esto se trata de compensar con la técnica del collage: insertar textos que le den mayor verosimilitud al relato. Así recortes de periódico son insertados en La caza… y en Crónica… al igual que una especie de conversación por chat (¿no se supone que los hechos ocurren en 1984?, no hay duda que en Japón tienen lo último en tecnología), se insertan informes secretos del gobierno en Kafka…, textos de un diskette en Sputnik… y muchas cartas en varios de sus libros. No sé si los relojitos de After Dark pueden contar acá.

Personajes solitarios: Aunque es algo muy común en varios escritores este tipo de personajes (a diferencia de sagas familiares tipo Steinbeck o García Márquez) los protagonistas de las novelas de Murakami suelen vivir solos siempre, no viven con sus padres o hermanos, si están casados, pierden a la esposa o se divorcian, los amigos se les suicidan etc. (incluso el personaje principal en Kafka... a pesar de sus 15 años, huye de su padre para vivir solo).

Huidas/viajes: Y hablando de huídas, muchos de los personajes quieren huir de la vida cotidiana o viajar. El escape de la realidad no se da solo por los sucesos insólitos que pueblan las historias sino también por la huida de la casa de los padres o de la ciudad. En Tokio Blues, Toru recorre la costa del mar de Japón solo, abandonando sus clases. En Sputnik…, el protagonista viaja a una isla griega y en Crónica… Toru Okada recibe una invitación para viajar a una isla de ese país de parte de Creta Kanoo (casualmente también con nombre de isla como su hermana Malta), Kafka Tamura huye de la ciudad y de la casa de sus padres. Todo en una isla naturalmente, Japón.

¿Y qué decir de lo que representa el poder político, las referencias musicales, literarias, etc.? La obra de Murakami es riquísima en interpretaciones, solo un libro como Crónica… ha producida toda una guía para entenderla escrita por Matthew Strecher. Mientras tanto, a seguir disfrutando y para Especial de Haruki Murakami (parte 3) espero comentar Sauce ciego mujer dormida, El fin del mundo y un país de las maravillas, De que hablo cuando hablo de correr y 1Q84, ahora sí, completas las tres partes.
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3 nov 2011

Libro del mes: Lágrimas en la lluvia - Rosa Montero

3 nov 2011

8 floritos
A lo largo del año he leído algunos libros que me han dejado muy impresionado y, como en el 2010, la elección del mejor va a ser extremadamente dura. De algunos de los mejores libros que he disfrutado en los últimos doce meses he comentado algo, como en Extraña forma de vida, Bullet Park o Vida y Destino ; de otros, como La literatura nazi en América o La guerra del fin del mundo, no he dicho nada. Pero más o menos en cada mes hay alguno que me mueve el piso, lo que quizás coincida con unas reunas mensuales en las que nos encontramos con unos patas para comentar algún texto.

En octubre, el libro que más me impactó fue Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero. En realidad, es prácticamente el único libro que leí en el mes, al menos según mi anobii. Qué raro, yo pensé que había leído más :(  (lo que demuestra una vez más que no es necesario  leer para tener un blog de libros, yeeeeeee).

Hace un tiempo, Rosa Montero nos contaba que su nuevo libro se llamaría “El secreto de ser mortal”. Y aunque el título finalmente fue otro, refleja en buena cuenta un tema que recorre todo el libro: la fugacidad de la vida, la permanente presencia de la muerte y cómo afrontar esta condición. Traté de leer esta novela sin ideas preconcebidas, pues hacía ya unos meses me había deleitado con la excelente ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, que también comentamos, y al que en gran medida homenajea la novela de la española. Sin embargo, a veces es mejor leer previamente el libro al que otra obra hace referencia. Sentí la pegada cuando leí Foe de Coetzee por no haber leído antes Robinson Crusoe y algo así sospecho que me pasará con París no se acaba nunca de Vila Matas por no haber empezado primero con París era una fiesta.

No obstante, la obra hace que no pienses mucho en estos dilemas pues desde la primera página empieza la acción y nos traslada rápidamente a un escenario futurista. El entramado medio policial o de film noir le da algo de gusto y los capítulos que empiezan con páginas tipo wikipedia son útiles para entender un poco el escenario del siglo XXII (qué placer leer wikipedia en papel!) y demuestran que la tía se mueve como pez en el agua en todo lo relacionado con el mundo virtual.

Quizás para los fanáticos de la ciencia ficción la novela no tiene nada de original, abusa de clichés del género, etc. pero creo que la idea que transmite Lágrimas en la lluvia es muy similar a la que disfrutamos en Historia del rey transparente (con escenario medieval) e Instrucciones para salvar al mundo (con escenario actual). Es decir, la onda de la ciencia ficción es más que nada un decorado. Así el protagonista viaje en caballo, taxi o nave o tenga de mascota un basilisco, perro o una criatura extraterrestre; la idea es la misma: el mundo y la aventura de vivir son absurdos, pero no por eso pueden ser menos placenteros. Un poco en la onda de esos dibujos antiguos de Érase una vez el hombre: en todos los sucesos de la historia hay cosas que se repiten. 

Aunque se supone que esta novela será el inicio de una trilogía (al menos, según esta entrevista), Lágrimas en la lluvia repite elementos de novelas anteriores:

1. La pérdida de la pareja: En Historia…, Leola pierde a Jaques, su novio, por la guerra. En Instrucciones… el libro empieza cuando Matías pierde a su esposa Rita. En Lágrimas… Bruna Husky siente constantemente la pérdida de Merlín (casualmente en Historia… uno de los personajes había sido novia de otro Merlín). Esto hace que todos los protagonistas sean personajes solitarios, aunque cada uno a su manera encuentra un nuevo amor.

2. La aversión a los fundamentalismos: Sea la inquisición del siglo XII en Historia…, el fanatismo islámico en Instrucciones… o los Lavari en Lágrimas…, la autora nos muestra las funestas consecuencias de las posiciones extremas y discriminatorias en la historia humana. Esto también se condice con la permanente presencia del dolor y la violencia en nuestro recorrido por este planeta (las guerras absurdas entre caballeros en Historia..., el “asesino de la felicidad” en Instrucciones… o la muerte de replicantes en Lágrimas…). Ante esto, existen lugares imaginarios para refugiarse de estos males, Second Life en Instrucciones… y, tanto en Historia… como en Lágrimas… se menciona el mismo reino mítico: Avalon.

3. Los personajes femeninos: Las mujeres de Historia... o Instruciones... son jóvenes (Leola, Fatma) de las que conocemos su pasado y sus desventuras o son mayores (Nyneve, Cerebro) y destacan por su experiencia, sus conocimientos científicos y un aura enigmática. En Lágrimas..., la protagonista Bruna Husky es una mezcla de ambos tipos de mujeres: joven aún, pero con mucha experiencia, que sabe que le queda poco tiempo de vida pero que tiene las ansias y el ímpetu de una persona de pocos años.

4. El personaje masculino: Hay como un tipo de personaje masculino que se repite en su últimas tres novelas: el grandulón amable, estos gigantes aparentemente temibles, pero que tiene su lado muy sensible. Tenemos a León y a Guy en Historia…, a Matías en Instrucciones… al extraterrestre y Paul Lizard en Lágrimas…, todos ellos simpáticos roperos, sensibles con los animales (varios tienen mascotas) y que le inspiran ternura al personaje femenino, y a veces algo más.

En resumen, Lágrimas en la lluvia es una obra que a un fan de Rosa Montero le va a gustar pues, al igual que las otras novelas mencionadas, resume bien lo que dijo en la autora en una entrevista: “escribo para intentar otorgar al mal y al dolor un sentido que sé que no tienen”.
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